Real Colegio Seminario
de los Padres Agustinos de Valladolid
Sede
La sede del Centro es el Real Colegio Seminario de los Padres Agustinos de Valladolid, denominado muchas veces por los vallisoletanos -tanto el edificio como quienes viven en él- con el nombre de "Los Filipinos". Está situado en el número 7 del Paseo de Filipinos de Valladolid.
Su fundación, a propuesta del Prior Provincial y Consejo de la Provincia del Santísimo Nombre de Jesús de Filipinas de la Orden de San Agustín -la primera referencia está en una Instrucciones de 1732-, fue autorizada por un Decreto del Prior General de la Orden, Nicolás Antonio Schiaffinati, del 30 de noviembre de 1735, sancionada por un Breve del Papa Clemente XII el 10 de marzo de 1736 y patrocinada, previa consulta al Consejo de Indias, por el Rey de España Felipe V por Real Cédula del 31 de julio de 1743. El 16 de agosto de 1743, en una casa alquilada, se instaló la primera Comunidad del Seminario y se impartieron poco despues las primeras clases.
Hay una serie de permisos civiles: una segunda Real Cédula del 19 de noviembre de 1743 dirigida al Presidente y Oidores de la Audiencia y Chancillería de Valladolid, Corregidor y Ayuntamiento, demás Jueces, Justicias... en ella se ordenaba que se ayudase a dicha fundación. De ella dio recibo e hizo obediencia la Audiencia, 26 de noviembre, y el Ayuntamieno, 2 de diciembre de 1743, en sendas sesiones redactando los documentos para los respectivos archivos. El preceptivo documento del Consejo de Castilla hubo que reclamarlo varias veces y debió de llegar más tarde. En cuanto a la Licencia del Obispo, D. Martín Delgado, fue dada el 21 de abril de 1744 una vez los representantes de la Orden y el Deán y Cabildo firmaran, el día anterior 20 de abril, la correspondiente Concordia en la que, entre otros puntos, se recoge lo que el representante de la Provincia había expuesto al Rey, que el Colegio no tuviese iglesia pública sino sólo oratorio privado para el servicio de la comunidad. Se quería que la casa fuese sólo Colegio Seminario.
La Orden de San Agustín está organizada en Provincias. La Provincia de Filipinas surgió en el siglo XVI con la llegada de los primeros misioneros agustinos españoles a las Islas. Los misioneros pertenecientes a dicha Provincia procedían de otras Provincias de la Orden, bien fueran españolas o hispanoamericanas, o entraban a la Orden en el Archipiélago y se formaban allí mismo. La sede central era el convento de San Agustín de Manila -que sigue como tal en la actualidad y constituye el edificio más antiguo de la nación-. Su iglesia, junto a otras tres, dos de las cuales también edificadas por los agustinos, constituye el conjunto de Iglesias barrocas de Filipinas que está catalogado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad desde 1993.
A comienzos del siglo XVIII se vió la conveniencia de abrir un Seminario propio de la Provincia de Filipinas en España. No tenía ningún convento en ella y se eligió Valladolid por su condición de ciudad universitaria y de proximidad a la capital. En Valladolid ya existía una larga tradición de la Orden y se encontraba entonces el convento de San Agustín fundado en los primeros años del siglo XV. Por él pasaron agustinos de la talla de Sto. Tomás de Villanueva o S. Alonso de Orozco. Junto a él, a finales del siglo XVI, se había fundado el Colegio de San Gabriel, constituía una segunda comunidad. Ambos pertenecían a la Provincia de Castilla. El convento permaneció como tal hasta la desamortización de 1835 y en la actualidad sólo se conserva la iglesia transformada en Archivo Municipal. En cuanto al Colegio, este fue demolido en 1812 durante la ocupación francesa de la Guerra de la Independencia y se conserva la portada trasladada a mediados del XIX para hacer de entrada al Cementerio Municipal. Existía en la ciudad un tercer convento, el convento de San Nicolás de Tolentino, fundado en los primeros años del siglo XVII y perteneciente a la Reforma Recoleta de la Orden, un movimiento de reforma que entonces tenía autonomía dentro de ella y que, con el paso del tiempo, siglos más tarde, se convertirá en la Orden de Agustinos Recoletos como orden religiosa independiente. No queda nada del mismo, la ocupación francesa y la desamortización acabaron con él, sólo permanece su recuerdo dando nombre al lugar donde se hallaba emplazado: la Acera de Recoletos. Hubo pues medio siglo en el que llegaron a estar a la vez cuatro conventos de la Orden de San Agustín en la ciudad de Valladolid.
Edificio
La construcción del edificio, de estilo neoclásico y diseñado por el arquitecto Ventura Rodríguez -se conservan sus ocho planos firmados en Madrid, el 14 de octubre de 1759, el primero, y el 18 de octubre de 1760 en Valladolid, los otros siete-, se inició en 1759. Hacia 1797 estaba concluida la planta baja del edificio y se pararon las obras. De 1809 a 1812 fue ocupado por los franceses como cuartel y devuelto a la Orden en 1815 en un estado deplorable; hasta el punto que, de 1817 a 1820, hubo que hacer una restauración completa para que fuera otra vez habitable. Las desamortizaciones del siglo XIX no afectaron a la propiedad del edificio dada su vinculación a Filipinas y la importancia del trabajo que los religiosos realizaban allí. Las obras del primer piso comenzaron en 1853 y finalizaron en 1862. El segundo piso se inició en 1883 y se acabó en 1888. Respecto a la Iglesia, que siempre había quedado sin hacer, la última fase de su construcción se inició en 1925, la cúpula fue finalizada en 1926 y las torres del conjunto en 1927. La consagración de la iglesia tuvo lugar el 12 de junio de 1930. Además, a lo largo del tiempo, siempre hubo obras respecto a la distribución interna y a la conservación. En los años 1965-1967 se produjo una modernización del edificio en aspectos estructurales -vigas, cubiertas...- y, otra vez, una remodelación completa para mejorar las instalaciones y la habitabilidad.
La construcción del edificio ha durado cerca de dos siglos. En líneas generales, en el aspecto monumental, se han respetado siempre los planos que Ventura Rodríguez dibujó a mediados del siglo XVIII. Su estructura y grandiosidad -más de 6.500 metros cuadrados en planta- hacen de él que sea la construcción más representativa de la arquitectura del siglo XVIII en Valladolid. Ahora bien, en cuanto a la distribución interior, el carácter de edificio vivo que siempre ha mantenido -pues siempre se ha usado para lo que fue concebido-, le ha hecho sufrir múltiples remodelaciones y cambios a la búsqueda de una mejor funcionalidad y mayor habitabilidad. En algunos casos esto ha sido indiferente respecto al proyecto de Ventura -fachada y planta baja-, otras veces ha dañado la idea original -caso del primer piso, se rompe la idea de doble claustro-, en otras la ha mejorado -segunda planta, aumenta su luminosidad y realza la apertura del jardín interior- y, en el caso particular de la Iglesia, le ha añadido, pues aunque su estructura, en general, sea la diseñada por el arquitecto, su decoración interior es fruto de gustos estéticos decorativos de los primeros años del siglo XX, algo que le da otro valor, pero que estaría posiblemente alejado de la intención del autor.
El estado actual es fruto de la restauración y remodelación completa que, de 2004 a 2008, se realizó bajo la dirección de los arquitectos vallisoletanos D. Jesús Asensio Valencia y Dña. Rosario Ruiz González. Su trabajo ha permitido realzar la monumentalidad y belleza del edificio, asi como mejorar sensiblemente la funcionalidad, accesibilidad y comodidad de la construcción en servicio a todas las instituciones de la Orden de San Agustín que tienen su sede en él.